Hoy me desperté.
Me desperté y me quedé mirando al vacío.
Mirando al vacío, pensando.
Pensando en mi
En mi, si, por una vez no eras tu , ni el otro , ni nadie más el que rondaba por allí.
Y precisamente por eso, lloré.
Lloré por miedo, por tristeza, por soledad, incluso por frío
Hace mucho frío cuando nadie te abraza.
sábado, 4 de diciembre de 2010
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claro, si te quedas empanada mirando las estrellas pues te entra biruji
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