Pase sin llamar

Y un día alguien llama a tu puerta, llega  sin avisar,
SORPRESA.

Y la vida cambia.
360º
Cambia por completo.


Y un día alguien llama a tu puerta, llega  sin avisar,
y solo es el cartero.

Decídete a ti mismo.

Vivamos en un mundo caótico, 
donde cometer locuras sea lo habitual.
donde saltarse semáforos en rojo,
donde vivir sin reloj.


Olvidemos normas, leyes, tratados, 
y demás papeles absurdos que solo están para estorbar.


Descubre limites.


Deja de lado los lados del trapecio.


Sáltate el saltarte las normas.

Contigo

A veces ...

Dulce Locura Caótica

Mi nivel de cordura es inversamente proporcional a los días que pasan.

Recuerdos

"...A veces voy a ver si estás
siempre me da por ahí"


Recuerdos que escuecen como el limón en las heridas, 
hay cicatrices que no se cierran, y otras que se dejan abrir.


Amores caducados que renacen, 
o que no se dejan morir.


Nuestro lado masoquista
se niega a olvidar, 
se deja engatusar, 
se engaña, se aferra, 


...y después...
se aterra.


Irremediable temor a esa llama que aun se muere por arder, 
pero que es pisoteada antes de formar una fogata.




Ese miedo quizás a uno mismo, por haberse engañado, 
hacerse pensar que ya todo era pasado.





Miedo a esa parte de mí que aún se muere por tus huesos.

Coleccionemos

Hoy me he dado cuenta de la cantidad de cosas que reservamos, que guardamos, que mantenemos intactas para vete tú a saber qué.

Mi hermana, una gran coleccionista de toda clase de cosas, no es capaz de comerse una chocolatina, si es de una figura bonita.

 A saber la cantidad de lápices, gomas, tazas… cada una de distinta procedencia pero todas impolutas, que se pierden por casa antes de estropearse por el uso.

Quizás al leer esto, pase por tu cabeza la personalidad de un maniático compulsivo pero…
¿cuánto tiempo lució tu móvil el plástico de la pantalla?!

Pequeños detalles que nos convierten a todos en  participes, víctimas de este intento por mantener la ilusión de estrenar, o más bien de no hacerlo.

 Mantener el recuerdo de la primera impresión.

O quien sabe… simple comportamiento obsesivo-compulsivo.

Un solo segundo

Es increíble cómo puede cambiar la vida en un solo segundo, una decisión precipitada, un ataque por sorpresa, un despiste, o quién sabe, un subidón de adrenalina.

Casi da miedo pensar cómo meses de trabajo se evaporan en segundos. Papeles quemándose en la chimenea.

Un beso inocente, un guiño espontáneo, una salto al vacío sin pensárselo dos veces.

Soy de las que defiende saltar y arriesgarse, a quedarse al borde del precipicio. Que aunque de miedo saltar, no siempre hay piedras en la caída.

En la vida hay que saltar, arriesgarse, tirar todo por la borda,
hay que saltar, improvisar, gritar, mancharse. 

 Hay que VIVIR.