Da igual cuanto ensayes, a la hora de la verdad no habrá guiones.
Estarás solo, con ese abrumador foco apuntándote directamente a la cara.
Ante aquel público desconocido,dispuesto a aplaudir o abuchear.
Sin opción a rebobinar.
O improvisas o actúas.
sábado, 25 de septiembre de 2010
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me quedo con una improvisación imprevista
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